Recientemente nos visitaron como clientes 4 japoneses en el restaurante que trabajo, el cual es de cocina italiana.
Como buenos turistas traían los deberes bien hechos, excepto el idioma.
Tras sentarse en la mesa y leer atentamente la carta sin tener ni idea de español, el camarero fue a tomar nota y la siempre sonriente nipona mostró en papel manuscrito al camarero en el cual decía:
Callos
Pulpo a la gallega
Tortilla de patata
Paella
Tras la explicación del camarero de que no teníamos ese tipo de platos en la carta, los nipones siempre con la sonrisa en la boca y con gesto de pedir perdón, abandonaron el restaurante porque no teníamos los platos típicos españoles que ellos querían degustar.
Moraleja: estos turistas hacen bien los deberes antes de salir a conocer cualquier país, pero no conocen el placer de la improvisación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario